El Día del Medio Ambiente - El Diario del Otún - Junio 5 2011




Se celebra hoy el Día Mundial del Medio Ambiente, jornada instituida hace más de veinticinco años por la ONU y cuyos propósitos están orientados no sólo a tratar de reconstruir lo que otros destruyeron, sino a educar a las gentes para que el daño irreparable no se vuelva a hacer, el perjuicio no sea mayor, las consecuencias no sean irremediables y se busque la formación de una sana conciencia destinada a la conservación del medio ambiente.

No seríamos capaces de afirmar si algún día los habitantes del globo adquirirán la responsabilidad indispensable para la reconstrucción ecológica del mundo, pero sí que se requiere de un gigantesco esfuerzo de todas las organizaciones que están encargadas de velar por una razonable utilización del medio ambiente y preparar las generaciones sucesivas para la defensa común.

En el futuro la conducta de los hombres tiene que cambiar e irse acomodando a las nuevas condiciones de vida que se presentan, bajo la amenaza que los días por llegar deparen para las progenies futuras, circunstancias que hagan el ambiente cada vez menos vivible.

Muy poco se ha hecho aún por la conservación del medio ambiente y la educación para que se adquiera conciencia sobre las dificultades que vivirá el mundo en los días venideros, si no se adoptan medidas drásticas tendientes a proteger los recursos naturales que aún quedan. Las campañas que se han adelantado lastimosamente no han alcanzado a despertar el adormilado corazón de los colombianos que todavía se niegan a aceptar el peligro y los riesgos de un medio ambiente ausente de las condiciones vitales primarias.

Sólo con la relativamente reciente creación del Ministerio del Medio Ambiente, ahora lleno de arandelas que le han colgado y que no son propiamente de su responsabilidad como la vivienda y el desarrollo territorial, y la fijación de unas claras políticas sobre el manejo de los recursos naturales, el país parece haber iniciado el urgente recorrido hacia el encuentro de mecanismos que garanticen unas condiciones aceptables de vida.

Nos queda, eso sí, la esperanza de que quienes todavía no han entendido la magnitud del problema que vive el mundo de hoy y no alcanzan a apreciar las horribles consecuencias de una actitud agresiva con la naturaleza, sean cada vez menos y más los que se han puesto al frente de la defensa de su protección y preservación, para así permitir mejores condiciones naturales a quienes el Creador les tenga destinados los próximos días.