El Volcán Machín, desconocido y peligroso - El Diario del Otún - Julio 7 2011




Néstor Jaime Ocampo G.

El volcán Machín, volcán activo considerado de máxima peligrosidad en Colombia, es casi desconocido. Antes del año 2000 nadie hablaba de él, no aparecía en los libros de geografía, no se mencionaba en los Planes de Prevención y Atención de Desastres, ni se le consideraba en los Planes de Ordenamiento Territorial o en los Planes de Desarrollo. Ni siquiera aparecía en la Internet. Lo que no se nombra no existe y eso es lo que ocurría con el volcán Machín, la amenaza volcánica más grave en Colombia.

Eso empezó a cambiar cuando la Fundación Ecológica Cosmos, de Calarcá, se puso en la tarea de “hacer existir al Volcán Machín”. La iniciativa surgió de una charla en la que algunos de sus integrantes cayeron en la cuenta de que conocían la existencia del volcán hacía muchos años pero que nunca oían hablar de él. Por eso el 2 de enero de 2000 iniciaron una campaña de visitas al volcán invitando a periodistas de diversos medios, profesores universitarios y de colegios, estudiantes, miembros de cuerpos de socorro, y cuanta persona se interesara en ir a conocer “el volcán que no existe”.


Características

No todos los volcanes son iguales y este es de lo más singular. Es un volcán activo y altamente explosivo. Es el de menor altura en Colombia (2.750 m.s.n.m.); se confunde con la topografía del sector debido a que el centro del cráter está ocupado por varios domos con actividad fumarólica, y “es tan grande que no se ve”, pues el diámetro del cráter es de 2,4 km. Estas características lo hacen prácticamente invisible para quienes no lo conocen pues no corresponde con la imagen común que tenemos de un volcán.

Las primeras referencias a la existencia del volcán Machín se deben al geólogo alemán Friedlaender (1927) quien fue informado de su existencia por el Hermano Amable quien lo descubrió. Desde un principio el volcán fue catalogado como un volcán-somma o pliniano que es el nombre técnico que se da a los volcanes explosivos, precisamente los de mayor peligrosidad por la dimensión y características de sus erupciones. De este mismo tipo han sido el Krakatoa, el Bezymianny, el Vesubio, o el Mont Saint Helen. El registro de anteriores erupciones indica que siempre han sido explosivas, muy fuertes, y han cubierto de material un territorio amplio en los departamentos de Tolima, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca y Cundinamarca.

En La Línea
La cercanía del volcán Machín a la carretera que une al centro con el occidente del país, por el paso de “La Línea”, es otro aspecto que nos depara sorpresas. En documento editado por Ingeominas en el año de 1999 (El Volcán Cerro Machín, la prevención de desastres y el ordenamiento territorial) se puede leer lo siguiente: “Las políticas de ordenamiento territorial deberían tener en cuenta la actividad del volcán Machín en temas como densidad de población y localización de obras de infraestructura estratégica para el país, tales como la comunicación entre el centro (Región Andina) y el occidente (el Pacífico).”

En el año 2005 se iniciaron las obras del túnel de “La Línea” y en el Estudio de Impacto Ambiental, elaborado por la firma Gómez Cajiao y Asociados, ni siquiera se nombra al volcán Machín como posible amenaza para el mismo, ni siquiera como algo de importancia en el contexto de la obra. Y el gobierno insistió en hacer allí el túnel, a pesar de las oportunas recomendaciones de Ingeominas.

Actividad volcánica

El Volcán Machín ha adquirido notoriedad debido a la inusual actividad sísmica que se presenta en el edificio volcánico y sus alrededores. Esto se está registrando desde finales del año 1998 pero se ha incrementado dramáticamente en los últimos meses. En diciembre de 2007 ocurrieron 381 pequeños temblores, en enero de 2008 fueron 492, en febrero 162, en marzo 80, en abril 747 y en mayo 437. Buena parte de esos microsismos tiene su origen en ruptura o quiebre de estructuras geológicas al interior del volcán y eso es lo preocupante. Hay otros indicios de actividad volcánica como el aumento en la actividad fumarólica, cambios en las emanaciones de gas Radón y posibles deformaciones en uno de los domos que obstruye el cráter del volcán.

Estamos pues en mora de que se tomen medidas efectivas para prepararnos y prevenir un desastre. Ya se habla del volcán y eso en un avance, pero no olvidemos que los procesos sociales de asimilación de un aspecto tan problemático de nuestra realidad es algo que toma mucho tiempo, demora muchos años. Y aún falta mucho por hacer.

Ubicación 
El Cerro Machín, Alto de Machín o el Hoyo, como se le denomina popularmente, se encuentra en la ladera oriental de la Cordillera Central a una distancia, en línea recta, de 7 km al nororiente de Cajamarca, 17 km al noroccidente de Ibagué y 32 km al suroriente de Armenia. Se puede llegar allí, por carretera, desde Ibagué (El Boquerón), Cajamarca y Salento. El acceso es fácil, se llega en carro hasta dentro del cráter del volcán, allí hay varias fincas y viven ocho familias. 
Es suficiente tomar un mapa para ver que se encuentra en pleno corazón de Colombia, en el centro del llamado “Triángulo de Oro” (hipotético triangulo, con vértices en Bogotá, Medellín y Cali) donde se concentra la mayor parte de la población y de la infraestructura económica del país. Y es fácil prever que la ocurrencia de una erupción sería la más grande catástrofe que hayamos conocido, se estima que afectaría, directamente, a más de un millón de personas.